Curar y mantener tus ollas, sartenes y woks de hierro fundido no solo mejora su rendimiento y durabilidad, sino que también contribuye a una experiencia culinaria mejorada y más segura. Es un proceso inicial que, si se realiza correctamente y se mantiene adecuadamente, garantiza que disfrutes de tus utensilios de hierro fundido durante muchos años.
 

Curado inicial

1. Lavar y secar: Lava tus utensilios de hierro fundido con agua caliente y detergente suave. Sécalos completamente con un paño limpio.
2. Aplicar aceite: Aplica una capa delgada de aceite vegetal o de cocina por toda la superficie interior y exterior del utensilio.
3. Horneado: Coloca el utensilio boca abajo en el horno precalentado a unos 200°C (400°F) durante una hora. Esto permite que el aceite se polimerice y forme una capa antiadherente.
4. Enfriar: Apaga el horno y deja que el utensilio se enfríe dentro del horno antes de sacarlo.
 

Mantenimiento regular

1. Limpieza suave: Después de cada uso, lava el utensilio con agua caliente y un cepillo o esponja suave. Evita el uso de detergentes fuertes que puedan dañar la capa de curado.
2. Secado completo: Sécalo completamente con un paño o papel toalla. Es crucial evitar la oxidación. 3. Re-aplicación de aceite: Después de secarlo, aplica una capa delgada de aceite en el interior para mantener la capa antiadherente y prevenir la oxidación.
4. Almacenamiento adecuado: Guarda tus utensilios en un lugar seco y bien ventilado para evitar la humedad.
 

Consejos adicionales

Evita cocinar alimentos ácidos por largos períodos, ya que pueden deteriorar el curado. Siempre precalienta tu utensilio antes de cocinar para mejorar la distribución del calor. Si notas que la capa de curado se ha deteriorado, simplemente repite el proceso de curado inicial.

Siguiendo estos pasos, tus sartenes, planchas y ollas de hierro fundido se mantendrán en óptimas condiciones y te brindarán años de uso confiable en la cocina